Ensayo
Carceri d'invenzione
Este exto fue presentado al III Edición de Relato Exprés (2025) organizado por @Culturainquieta e Iberdrola
La monumentalidad de lo sobrio y lo romántico del ser, como las Carceri d'invenzione que Piranesi imaginó en 1745. Vivimos en un contexto que se hace llamar actualidad, un mundo moderno cada día más próximo a lo distópico, donde las realidades distorsionadas, ajenas de la pegada humana, como dos polos magnéticos opuestos, son más frecuentes. Caminos de piedra, metáforas de nuestra condición y realidad, continúan por senderos, a priori, rococó. Decorados descomedidos en realidades vertiginosas. Presos por iniciativa propia que caminan con la vista pegada en el suelo, con la prisa del destino y no del camino. Ausencia de presencia y tiempos pasados con nostalgias ficticias de aquello que tuvimos tiempo a valorar y no valoramos.
Piranesi lo representó: cárceles utópicas con bases arquitectónicas clásicas que se articulan en caminos incomprensibles dentro de un entramado de naves, columnas y cuerdas. Arquitecturas incomprensibles bajo ópticas funcionalistas. —¿Dónde está la salida?— es lo primero que piensas, pero —¿Por qué necesitas salir? Escapar de lo incomprensible—, el cartel de “Exit” pegado en la pared, encendido en su verde fosforito, pintado en las paredes para guiarnos hacia una salida constante en todas nuestras facetas y lugares. Escapamos de los lugares, del momento; estamos siguiendo un cartel de salida constante que no sabemos a dónde nos lleva. Confiamos en él, pero también abusamos de su cercanía. Escapamos del tiempo presente, nuestro presente. Recordamos esas cuerdas y columnas que hemos pasado en el camino, pero que no hemos visto.
Valoramos lo breve, los 30 segundos de atención dependiendo de los estímulos que recibamos. Píldoras de dopaminas rápidas, materializadas en ciencia ficción violenta y contenidos vacíos. Prisiones imaginarias para la creatividad en un mundo que cada vez se encamina hacia el laberinto de lo postmoderno. Asfixias contemporáneas y ansiedades capitalistas que nos llevan a esprintar hacia el resultado. No aprendemos, sumamos; no leemos, consumimos. Realidades kafkianas en mundos orwellianos. Prisiones imaginarias para un mundo imparable.
Doval Iglesias, J.
@_Juliodoval_